Hoy queremos romper el silencio de las mujeres maltratadas, que callan y aguantan, que sufren y esperan. Es el silencio del miedo, de la impotencia.
Queremos romper el silencio atronador de la realidad más oculta: la violencia en el medio rural, en los pequeños municipios donde las víctimas encuentran menos soluciones, donde se sienten más aisladas.
La sociedad española invierte muchos recursos y muchos esfuerzos para erradicar la violencia de género. Hoy toca que nuestras mujeres sean conscientes de cuánto estamos dispuestos a hacer por ellas, de cuántas personas, desde tantos ámbitos, se desvelan por su seguridad. Toca llevarles la esperanza, hacerles ver que hay salida, que esta batalla es de todos.
Hoy rompemos el silencio.
